Hay determinados negocios en los que la insonorización es primordial para poder trabajar con la tranquilidad de que no va a haber quejas por parte de los vecinos. Es el caso de los locales de ocio nocturno que en ocasiones están situados en el centro de la ciudad, tal como sucede con pubs, bares y restaurantes en Pontevedra.
Conseguir un equilibrio entre este ocio nocturno y el merecido descanso de los vecinos es muy importante para una buena convivencia. Por eso, si vas a montar uno de estos establecimientos, antes de comenzar la reforma de tu local llama a una empresa de Insonorización profesional en Pontevedra y pide que realicen un proyecto para que tu local no solo cumpla las normas, sino que las supere si esto es posible, ya que al final va a repercutir en que tengas un mejor bienestar y una mejor relación con los copropietarios del edificio.
La insonorización de un local de ocio debe de cumplir unos requisitos muy específicos y que no son los mismos para un local de copas que para una cafetería. Porque el nivel de ruido tampoco es equivalente en un sitio o en otro. Si se quiere que haya música en directo, el local también tendrá que tener requisitos especiales que afectarán a su insonorización.
Por tanto, la empresa debe de conocer el tipo de negocio que se va a montar en el local para poder presentar un proyecto que se ciña a la legislación y una vez que lo presenten y se apruebe, tras realizar la obra debe de entregar todas las certificaciones exigidas para poder solicitar la apertura del establecimiento.
Esto es muy importante y es una de las razones por las que solo hay que trabajar con empresas de insonorización profesional y que puedan acreditar experiencia en este tipo de proyectos. De otro modo, se podría acabar gastando mucho dinero en un proyecto y una obra que, finalmente, no cumplirán con los mínimos estipulados por la ley y que, por tanto, no será suficiente para conseguir la licencia de apertura.
Una mala insonorización puede ser también motivo de denuncias constantes por parte de la comunidad de propietarios que pueden acabar llevando al cierre del local si se demuestra que el nivel de ruido que los vecinos están sufriendo supera los márgenes permitidos. Que, todo sea dicho, no son muy altos.